Dentro de la videovigilancia existen dos grandes grupos: los sistemas de circuito cerrado de televisión (CCTV) y
los sistemas IP. Aunque en muchos casos se pueden instalar ambas tecnologías, existen diferencias entre ellas que
pueden resultar definitivas a la hora de decantarnos por una u otra. A continuación vamos a comparar distintos
aspectos para tener toda la información necesaria en el momento de elegir qué equipo instalar.
Instalación
Los sistemas CCTV transmiten la señal de vídeo a través de un canal físico, por lo que es
necesario llevar un cable desde cada una de las cámaras hasta el grabador, limitando en cierta medida
la instalación de estos equipos. Sin embargo no necesitan conexión a Internet para funcionar.
Los equipos IP pueden llevar la información bien a través de cable de red bien de manera inalámbrica
(Wifi), por lo que ofrecen más posibilidades en instalaciones de gran tamaño. Es cierto que
si se emplean cables para comunicar las cámaras con el grabador, la limitación es similar a los sistemas CCTV.
Igualmente se necesita alimentar las cámaras y además es necesario un router para comunicar
todo el equipo mediante la red Wifi.
Resolución
Hoy en día los sistemas tanto CCTV como IP cuentan con equipos completos de grabador y cámaras que soportan
resoluciones de hasta Ultra HD 4K. La diferencia radica en las imágenes por segundo (FPS) del
vídeo que cada grabador es capaz de procesar, pudiendo apreciarse un vídeo más fluido cuantos más
FPS ofrezca el grabador.
Configuración interna
Después de la instalación física, siempre es necesario configurar el sistema para que cámaras
y grabador funcionen correctamente. En este apartado también hay diferencias significativas entre las tecnologías IP y CCTV.
En los sistemas CCTV solo hay que conectar la cámara al grabador y seleccionar el mismo formato de trabajo en
ambos dispositivos. La marca de las cámaras es independiente para el rendimiento del conjunto.
En los equipos IP por cable, si las cámaras y el grabador son de la misma marca, basta con conectarlos y ya
estará todo operativo. Sin embargo, si cada una es de un fabricante diferente o se van a configurar por Wifi,
requiere un poco más de tiempo, ya que es necesario configurar primero la cámara de manera individual y
posteriormente el grabador.
Acceso a través de Internet
Todos los sistemas de videovigilancia actuales son accesibles a través de Internet desde un ordenador, una tablet
o un smartphone. Tanto los grabadores CCTV como los IP disponen de acceso mediante dominio, y conexión P2P
para visualizar las cámaras de forma remota desde un dispositivo móvil mediante una aplicación, o un
ordenador mediante un software de gestión.
Precio
Las comparativas de precios deben realizarse siempre entre equipos de características idénticas,
y tener en cuenta elementos como la capacidad de grabación, la resolución, servicios de enlace exterior, etc.
A idénticas características, los sistemas CCTV resultan más económicos que los IP debido a
que no necesita tecnología tan sofisticada para obtener el mismo resultado.
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